Autor: Ariel Goldstein
Año edición: 2021
Editorial: Marea
ISBN: 9789878303314
Páginas: 240
Dimensión: 14 × 20 cm.
Los grupos evangélicos tuvieron en los últimos años un crecimiento exponencial en todo el continente americano y lograron consolidarse como una nueva fuerza política y social. Entre sus miembros hay presidentes, ministros y ministras, diputados y diputadas, asesores y asesoras que ocupan puestos clave en los gobiernos de la región. Son dueños de grandes medios de comunicación, tienen una fuerte base territorial entre los sectores populares y obtienen muchos recursos del Estado, por eso, sus líderes son muy requeridos por aquellos políticos que tienen ambiciones de poder.
Gobiernos con rasgos autoritarios en toda América, como el de Donald Trump, en Estados Unidos; Jair Bolsonaro, en Brasil; Jeanine Áñez, en Bolivia; Nicolás Maduro, en Venezuela, o Daniel Ortega, en Nicaragua, establecieron alianzas con los evangélicos para consolidar el poder. En Argentina, se declaran a favor de la “familia y los valores”, se movilizan en contra de la legalización del aborto y hacen acuerdos con los grupos de derecha. Pero ¿quiénes son los evangélicos?, ¿en qué medida colaboran para la expansión de las fuerzas políticas autoritarias?, ¿cómo es que establecen alianzas con gobiernos tanto de derecha como de izquierda?
Ariel Goldstein, doctor en Ciencias Sociales, investigó en profundidad la expansión de los evangélicos en América, más precisamente, de los grupos pentecostales, a lo largo de todo el continente: Estados Unidos, Brasil, Argentina, México, Colombia, Bolivia, Uruguay, Venezuela, Paraguay, Nicaragua, Costa Rica, Honduras, Guatemala y El Salvador.
Poder evangélico es un libro único e imprescindible para comprender el fenómeno evangélico, más aún, en tiempos de pandemia, cuando sus líderes desconfían de la comunidad científica, se pronuncian en contra de las vacunas y se resisten a las medidas de aislamiento. En el marco de democracias débiles y el desafío a los Estados laicos, el autor nos deja una pregunta: ¿qué hacer con el poder evangélico?