En su Prólogo, Borges presenta El otro, el mismo (1964) como su preferido entre 'los muchos libros de versos que mi resignación, mi descuido y a veces mi pasión fueron borroneando'. En efecto, allí se encuentran poemas fundamentales como 'Otro poema de los dones' y 'Poema conjetural'. En Para las seis cuerdas (1965), Borges recrea el universo de las milongas porteñas de finales del siglo XIX convertidas en elegías de un mundo extinto. Completa este volumen Elogio de la sombra (1969), donde el lector encontrará las palabras entre la poesía y la prosa que componen 'Laberinto', 'Las cosas', 'Fragmentos de un evangelio apócrifo' y otros textos no menos memorables.'