Salidos del caos primordial, Gea, la tierra, y Urano, el cielo, copulan sin descanso para dar nacimiento a los primeros dioses del panteón griego: los titanes, los primeros tres cíclopes (Rayo, Trueno y Relámpago) y los ciembrazos, seres inmortales destinados a la guerra y dotados de una fuerza inigualable. Por miedo a que lo derroquen y tomen su lugar, Urano encierra a sus hijos en el útero de su madre, pero el más joven, Cronos, logra liberarse. Acosado por el mismo temor de su padre, Cronos se traga a sus propios hijos y de nuevo es el más joven, Zeus, quien consigue fugarse, liberando a sus hermanos y hermanas. Entonces comienza la guerra de los dioses, entre los olímpicos, dirigidos por Zeus, y los titanes, guiados por Cronos. Una guerra terrible en la que está en juego saber cuál de los dos, el caos o la armonía, prevalecerá en el cosmos.