-Pedro Lemebel es un fenómeno de la literatura latinoamericana de este tiempo.- A Lemebel le ponen sitio las miradas (las lecturas) de la admiración, el morbo, el regocijo de los turistas de lo inconveniente, la extrañeza, la solidaridad, la normalidad de los que están al tanto de la globalización cultural, ésa que para los gays se inició dramáticamente con los juicios de Oscar Wilde en 1895 y jubilosa y organizativamente con ... Ver más
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-Pedro Lemebel es un fenómeno de la literatura latinoamericana de este tiempo.- A Lemebel le ponen sitio las miradas (las lecturas) de la admiración, el morbo, el regocijo de los turistas de lo inconveniente, la extrañeza, la solidaridad, la normalidad de los que están al tanto de la globalización cultural, ésa que para los gays se inició dramáticamente con los juicios de Oscar Wilde en 1895 y jubilosa y organizativamente con la revuelta de Stonewall en 1969.-en cada uno de sus textos, el escritor se arriesga en el filo dela navaja entre el exceso gratuito y la cursilería y la genuina prosa poética y el exceso necesario. Sale indemne porque su oído literario es de primer orden, y porque su barroquismo se desprende orgánicamente del punto de vista del otro, de la sensibilidad que atestigua las realidades sobre las que no le habían permitido opiniones o juicios-.Carlos Monsiváis
-Pedro Lemebel es un fenómeno de la literatura latinoamericana de este tiempo.- A Lemebel le ponen sitio las miradas (las lecturas) de la admiración, el morbo, el regocijo de los turistas de lo inconveniente, la extrañeza, la solidaridad, la normalidad de los que están al tanto de la globalización cultural, ésa que para los gays se inició dramáticamente con los juicios de Oscar Wilde en 1895 y jubilosa y organizativamente con la revuelta de Stonewall en 1969.-en cada uno de sus textos, el escritor se arriesga en el filo dela navaja entre el exceso gratuito y la cursilería y la genuina prosa poética y el exceso necesario. Sale indemne porque su oído literario es de primer orden, y porque su barroquismo se desprende orgánicamente del punto de vista del otro, de la sensibilidad que atestigua las realidades sobre las que no le habían permitido opiniones o juicios-.Carlos Monsiváis